Armas contra el terror

Un nuevo rayo ilumina, hay un café por la mitad. La luna se fue a dormir, se cansó de esperar. La corriente me quiere llevar, hay pocos destellos de luz. ¿A quién puedo invocar? Todo pesa como una cruz. No puedo separarme de las razones que abraza mi corazón sediento de ilusiones. Me volví adicto a la libertad, mi enfermedad es la satisfacción. De libros aprendí, esperanza y amor; mis dos armas contra el terror. Una luz para estas sombras, pedís nicotina para la locura. Sin intenciones te busco en los escombros de mi mundo. Sueños de luz, de color ocre. Bañan mis días de esperanza e ilusiones. Bañás mis días de esperanza e ilusiones, espero que no sea en vano... Por un segundo de tu cuerpo doy el mundo.