si amanece: ¡apaguen el sol!
En caprichos infieles me refugio
y atormentado va mi corazón..
No sé encontrarme en mi sobriedad,
sin fantasías, ni tener qué anhelar.
Pende de un hilo esta enfermedad
que se ha hecho ahora una necesidad..
Imaginando, fantaseando con el porvenir,
hechizado por las causas de tu frenesí.
Me tienes embrujado, sos mi dulce agonía,
locura instantánea que florece en mi retina.
Sé, mis defectos serán revelados,
me desencontraré en mi encuentro.
Y en la penuria de mi triste ocaso
aplastaré mis miedos mas intensos.
¿Te animarías a ser el amanecer que nunca se va a apagar?