Raíces en la tierra, ramas en el cielo.
Lo místico del fuego, nuestro resplandor.
Renegados del nuevo mundo.
miércoles, 7 de marzo de 2012
LIBERTÉ
Como una fresa deshaciendose en tu boca, en tu lengua de fuego.
Como tus ojos cristalinos, llenos de preguntas, soledad ideal, tu mar de dudas, tus noches sin luna.
Como tu silueta desnuda, acostandose en mi lecho, acariciando mi pecho.
Como el elixir de los sabios: tu cuerpo cubierto en tela de seda, en trance, volando.
Como el abismo que se sitúa en tu alma cuando no te encontrás. Como los abismos de los cantores, sin canciones que expresar.
Tus caderas bailando frente a mí, tu pelo suelto, tu mirada inocente.
La imaginación que me lleva a tenerte desnuda en mi lecho, con que me beses ya estaría hecho.
Como un león y una leona tirados bajo el Sol. Como la princesa que le brota sangre en su esplendor.
Quiero verte así, loca, animal, lunática, salvaje, soñadora, valiente, luchadora, creyente, abrumadora.
Como las pláticas acompañadas de mates. Vos cebando, yo acariciando tus mejillas.
Como tus historias de amores complacientes, de tipos sin un nido donde caer inconcientes.
Quiero liberarte, verte libre. Como un actor improvisando en el teatro. Como un guitarrista que recién comienza a tocar.
Quiero verte ajena al tiempo, como los lobos aullandole al cielo.
Quiero que tu cintura se filtre con la mía, como si fueramos amantes. Quiero ver tu sonrisa pintada en un mural gigante.
Quiero que sonrías aunque te fallen tus amigos, aunque te aprisionen por años.
Como si nos fueramos de viaje a India, vos con un vestido rojo brillante. Como si en tu vientre sintieras tu primer descendiente.
Pero cuando sufras quiero que llores. Que se te desgarre el alma. Que te llenes de odios.
Que sientas los agrios sabores. Quiero verte amarga, pálida, arisca, intranquila.
Como un volcán a punto de hacer erupción. Como el agua hirviendo, como un venado atrapado por un león.
Quiero que estés atenta. Que las drogas no te quemen la cabeza, nena. Que te hagan levantar. Quiero ver tu despertar.
Verte caminar por el barrio, llena de amor y de angustias.
Que sientas el prado bajo tus pies. Que sientas el fuego quemandote la sien.
Como si estuvieras en una balsa, a la deriva. Quiero verte libre.
Como todos los adjetivos que te quedan, quiero verte libre.
Como si los adjetivos flotaran en el mar, buscando alcanzar su libertad.
Que te des cuenta que la libertad es un tipo de estado. Un estado mental. Está dentro tuyo.
Quiero verte rabiosa contra los que te quieran dañar. Contra los que se rían de tu felicidad.
Que tu sangre brote por los aires cuando te liberes. Como una mariposa misteriosa pegando un grito antes de morir.
Como un colibrí agitando sus invisibles alas. Como un payaso haciendo muecas sin ganas.
Quiero que sonrías. Como riendote de vos misma.
Que te rías de tus caderas, de tu nariz, de tus orejas, de tu boca, de tus pies, de tus piernas, de tus brazos flácidos.
De todo quiero que te rías. Como aceptando que la vida es un juego de azar. Libre.
Como tu lengua respaldando la mía. Como tus besos deshaciendome en la eternidad. Quiero sentirte invisible.
Como el murcielago se aferra con sus colmillos a su débil presa, tus dientes mordiendo mis labios, aferrados los dos.
Como si mis letras fueran sal para tus heridas. Caricias para vos.
Como un ritual de la vida. Como si hubieramos tomado hongos.
En trance, sin psicólogos que te digan qué hacer.
Como la ternura que sale de mi espontaneamente, como un reggae, como un pescado rabioso, como callejera.
Como una pelota girando por gracia del viento.
Como un poema.
Quiero verte libre, pequeño ser. Libre de prejuicios, moralidades. Quiero que te sientas libre.
Como un bebé desnudo en una pileta. Verte libre.
Libre de prejuicios, de moralidades, de racismo, de estereotipos, narcisismo, egoísmo.
Del dinero quiero verte libre, de las marcas, de las modas. Quiero verte libre como una cultura.
Quiero verte libre, que te sientas ajena a la belleza. Que te des cuenta que la belleza no existe.
Verte con el pelo suelto, bailando al viento desnuda.
Como el mar erosionando las rocas. Como la lluvia que no cesa contra la tierra.
Como el barro que a los pies se nos aferra. Como el pelo largo, suelto por toda la cabeza, largo hasta las caderas.
Como tus ojos de cristal sueltos en el jardín, quiero quererte como en mis sueños. Libre.
Como miles de tus siluetas, flotando en el cielo. Muchas bocas, iguales a la tuya, bailando en el desierto.
Tus palabras también, convirtiendose en burbujas que decantan en un vidrio, en un vaivén, como bailando el vals.
Como tus senos reposando en mi lecho. Como tus muslos puestos sobre los míos. Como tu espalda contra mi estómago. Como embriagadaos por el mejor vino.
Así quiero verte, libre, improvisada, desnuda, con todo el resplandor de tu alma, como si portaras una armadura dorada.
Loca, negra, salvaje, como hecha de fuego, blanca, como hecha de hielo, lunática, animal, ajena a pensamientos.
Quiero desnudar tu verdad, que tengas un súbito despertar.
Como los tatuajes.
Como un beso.
Como el sexo.
Quiero verte libre.
lunes, 5 de marzo de 2012
jueves, 9 de febrero de 2012
lunes, 23 de enero de 2012
Como una revelación (prólogo)
Y el que nos apure tendrá que ser paciente, o deberá caer en la mentira, en la ilusión del tiempo.
¿Podés ver las chispas? Las brasas en mis ojos.
Soy un hijo del Sol, Vos, hija de la Luna, te metés entre las llamas de mi cuerpo, apretadita en mi corazón.
Me quemás, te helás. Te cobijo, me besás.
Si entera estás a concederme el deseo.
Si ANTES mis ojos no lograban verte con una mirada profunda.
Aunque la nieve nos hiele la piel, y seamos solo una escarcha, o un suspiro en el aire.
¡Cuando todo ya haya caído y quedemos frente a frente!
En talismanes rebusco un cambio de mentalidad para salir con el corazón ileso (¡puto sueño!)
Para desaparecer entre el fuego ardiente de tu hoguera. Para guardarme los besos que nunca existieron.
Y... ¡como una revelación!
Tu alma desprendiendose de tu cuerpo
para elevarse en encuentro con mi alma.
Vamos a bailar, vamos a cantar. Desafinados, embriagados del éxtasis. Del humo que flota acá.
¿Qué hay de esa vieja palabra que ya no le veo un sentido? ¡Quiero soportarlo! ¡Amame!
Vení, ¡dale! Apurate, que el tiempo nos sobra, quiero acostarme un rato largo en tu pecho.
Dame un beso que queme.
¡Pronto! ¡Ahora!
Dame un beso que me de calor. Calor para soportar el frío del verano, que te voy a extrañar.
Dame un beso, te doy dos. Amame, en el aire, danzando en el fuego, sé sentimiento. ¡Amate!
Metete en el calor de mi corazón, bien apretadita, calentita con todo mi amor.
Acobijate que hace calor.
Y... ¡como una revelación!
Tu alma desprendiendose de tu cuerpo
para elevarse en encuentro con mi alma.
6/12/2011
martes, 10 de enero de 2012
miércoles, 4 de enero de 2012
El porvenir.
Vuelve a mi...
Vuelve, te espero... ¡siempre!
Hoy me ha dejado solito el porvenir...
quiera hoy enseñarme por dónde ir.
Ya no quiero quedarme cegado así.
Entiendes como me siento (no estás en mí).
Ya no quiero asustarme, no quiero dormir
en mi esperanza errante, que no está aquí.
Puedo ser más que esto. Esto que fui.
Puedo ser campo abierto (si estás en mí).
jueves, 29 de diciembre de 2011
¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que
el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en
su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz,
sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que
mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente
en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no
trabaja y cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario,
sino forzado, trabajo forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad,
sino solamente un medio para satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su
carácter extraño se evidencia claramente en el hecho de que tan pronto como no
existe una coacción física o de cualquier otro tipo se huye del trabajo como de
la peste. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un
trabajo de autosacrificio, de ascetismo. En último término, para el trabajador
se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo, sino de otro, que
no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí mismo, sino a
otro. (...) Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.
lunes, 26 de diciembre de 2011
Siempre en pelotas.
"Contra esto no se puede hacer nada.-"
Está bien, todo está bien.
Si le metés fuerza al vuelo,
sudando del miedo, atemorizado,
no se puede ver tu sencillez.
La fuerza la sacás de la calle,
del barrio que te amamantó.
Escribiendo poemas épicos
retorciendote de hambre voraz.
Pero en este lugar es todo valentía,
los gritos, el baile. Respirás.
Está bien, todo está bien.
Danzamos porque lo hace ameno,
porque al menos podemos bailar,
aunque a veces chingamos mal.
¿Hace cuánto no pasás por acá?
Mirá el puñado de futuro,
las heridas fueron nuestros lujos
y yo quería comprender...
Pero en este lugar es todo alegría,
los besos, las caricias. Respirás.
Está bien, está todo bien.
Por suerte pocos se animan,
Los pocos que estallaron en fiestas,
los renegaditos de esta tierra.
Vamos cosechando asfalto,
acariciando papiros con acertijos.
Los pies enterrados en el suelo,
los perdidos en el vino.
Pero en este lugar es todo poesía,
el fútbol, el rock del parlante. Respirás.
sábado, 17 de diciembre de 2011
Invisibles para los que no nos ven.
Soy invisible, porque no me ves. Soy abtracto, a ver si lo entendés.. La furia de un Dios odioso, el antojo de un sistema ocioso. Soy invencible, cuando escucho tu voz. Inconciente, cuando pierdóme en vicios. Cuando vos sentís, cuando vos querés. ¿y que con mi gente que muere sin un "qué"? Te encontraré para anunciarlo el cambio es derrocarlos a esos que mueven los hilos, los que te venden los putos vicios. Sin cadenas pero encerrado en sociedad, sin enjaular, pero sintiendo soledad. ¿Cuál es tu sueño? ¿Cuál es tu anhelo? Tu voz no se escucha en el tumulto, pero bien en alto veo tu puño. ¿Qué estás mandibuleando? ¿Qué estás murmurando?
lunes, 17 de octubre de 2011
La tempestad recoge nidos.